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En el corazón de Internet: ¿cómo funciona un data center?

Un data center o centro de procesamiento de datos (CPD) es un gran espacio plagado de servidores en el que se almacena, se gestiona y se protege información. Generalmente son utilizados y demandados por compañías que tienen que manejar y procesar una gran cantidad de datos y desempeñan un papel fundamental en diversidad de servicios electrónicos de nuestra vida diaria, por lo que se consideran el corazón de la Red y la economía digital.

Estas instalaciones son la base tecnológica para la realización de transacciones financieras o la distribución de contenido y son fundamentales para bancos o compañías de Internet y para la transformación digital de negocios tradicionales. A los grandes data center recurren aquellas empresas a las que no les compensa tener servidores propios, bien por el gran desembolso que suponen o bien por las constantes necesidades de seguridad y mantenimiento que requieren.

En los centros de datos, los servidores están ubicados en grandes salas, encerrados en grandes ‘cajas’ que permiten mantener los equipos a la temperatura óptima para su funcionamiento.

Seguridad física y eléctrica

El aspecto de la seguridad es esencialmente importante en estas instalaciones en las que se almacenan cantidades ingentes de datos. El punto de entrada requiere una tarjeta de acceso, para poder vigilar la entrada y salida del personal y del material, que es necesaria también para poder llegar a otros espacios. Por su parte, el acceso a las salas de servidores e interconexiones es aún más restringido, con lector de huella dactilar, pues solamente puede acceder el personal acreditado para ello. Todo está vigilado con cámaras de circuito cerrado de televisión (CCTV).

Además de la seguridad física, es necesaria la seguridad eléctrica de los equipos, la garantización de suministro, no obstante, los data centers acaparan el 2% de la energía mundial.

Esta gran cantidad de energía necesaria genera mucho calor, que es perjudicial para los equipos, por lo que los centros de datos cuentan con sistemas para mantener la temperatura de las ‘cajas’ de servidores a la temperatura idónea. En la azotea se encuentra la base de los mecanismos de refrigeración, unidades enfriadoras con un sistema cerrado de agua fría que va por tuberías a las salas, mientras que el calor sale de ellas por otros conductos.

El mecanismo genera aire frío que sale del suelo de las ‘cajas’ de servidores para enfriar el ambiente. Además, al lado de ellas hay detectores de humo. Por otro lado, este data center ofrece a sus clientes capacidad de elección de operadores, pues trabaja con más de cien proveedores.


Fuente: El Boletín 

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