América Latina enfrenta un escenario económico incierto y significativos cambios demográficos. Las ganancias extraordinarias derivadas del auge internacional de mas materias primas se desvanecen ante la desaceleración de los mercados . Para el 2017, el Banco Mundial prevé que la economía regional crezca un 1.8% y continúe expandiéndose en 2018, aunque ello dependerá en gran medida de la fortaleza de los mercados externos y la capacidad de abordar los desafíos macroeconómicos. Estos factores impactan directamente a las industrias y canales de compra, a los que se suma el surgimiento de una clase media más informada, cautelosa y exigente.