La industria de retail es una industria diferente al resto, la palabra que mejor la describe en la cadena de valor, es dinamismo. No sólo es una industria altamente competida, sino que los consumidores generan una complejidad diferente, derivada de los constantes cambios en sus preferencias y hábitos de consumo.
Las mejores prácticas que nos permitirán evitar los cuatro malestares en la cadena de suministro de retail son:
1.- Administración por categorías: el eterno misterio para la cadena de suministro
¿Por qué las cadenas de suministro no logran responder con la misma velocidad a los cambios a las categorías?
Las cadenas de suministro de nuestros clientes, no pueden adaptarse a la misma velocidad a los cambios de categorías, implicando restricciones en capital de trabajo, incremento en los costos operativos, requerimientos de infraestructura y mayor complejidad en la gestión de los productos, con el objetivo de lograr el servicio deseado.
La forma adecuada para mejorar los procesos se logra a través de una estrategia integral y la definición de roles de la cadena de suministro.
En algunos casos, la cadena de suministro tendrá el rol de validador, en otros de generador de información para la toma de decisiones, y en otros será de tomador de decisiones.
La cadena de suministro no deberá ser la restricción, sino el soporte para que el negocio logre esta flexibilidad entre sus roles.
2.- Espacio en tienda: el recurso más escaso y el más importante
¿Por qué el espacio en tienda se convierte en el cuello de botella operativo para el crecimiento del negocio?
Todos los errores de desconexión en la cadena de suministro se terminan evidenciando en la tienda, por ejemplo, tiendas repletas de producto que no se está vendiendo, tiendas sin espacio suficiente para la exhibición de producto de la nueva temporada, filas de transporte esperando ser descargados, pasillos llenos por falta de espacio, etc.
Para reducir estos errores, debemos considerar dos procesos críticos: planeación de espacios en tienda y la integración de capacidades de tienda a flujo de producto.
A través del desarrollo de una solución táctica-operativa, se ataca el problema de fondo, definiendo los canales de comunicación para dar mayor visibilidad, generando los flujos de información, realizando auditorías, e integrando los procesos de planeación y programación, así como el seguimiento a los indicadores de gestión.
3.- La evolución del proveedor como socio estratégico de negocio
¿Por qué el proveedor termina recibiendo el efecto látigo?
Es común que al proveedor lo traten como el eslabón que sacará de apuros cuando se han cometido errores en la cadena de suministro, pidiéndole que reaccione rápidamente.
Se les termina exigiendo tiempos de entrega poco reales, sin respetar sus capacidades, además de constantes cambios de prioridades e incluso, en ocasiones se les da la espalda cuando existe un problema de mermas o devoluciones, lo cual representa un gravísimo error para la relación de socios estratégicos.
Hemos visto que las cadenas de suministro terminan culpando a sus proveedores, o exigiéndoles un servicio que nunca podrán cumplir, por lo que se vuelve crítico integrarlos en la operación misma de la empresa.
De no hacerlo, sentiremos que el proveedor es una carga, alguien que no quiere que lleguemos a nuestros objetivos, y estaremos perdiendo además de la oportunidad de mejorar la operación diaria, el desarrollo potencial de nuestros proveedores para que nos dé una ventaja competitiva contra otros competidores.
4.- TI como habilitador de negocio: Pocos lo entienden, menos lo logran, pero quienes sí, sobresalen del resto.
¿Cómo puedo capitalizar la información de mis clientes a estrategias ejecutables?
Debemos tener en cuenta las herramientas de TI. Si bien, muchos estarán diciendo -esto no es un proceso- están en lo correcto.
Sin embargo, la falta de capacidad para analizar las numerosas transacciones que tiene un retailer, o realizarlo tiempo después, nos llevarán finalmente a “operar a ciegas”.
Comúnmente se tienen indicadores de desempeño que nos muestran la realidad de los sucesos y obtenemos los resultados para saber si llegamos o no a los objetivos y para pagar el bono variable, sin embargo no nos ayudan a prevenir los problemas, a medir la efectividad de nuestras acciones, y mucho menos detectar dónde están las oportunidades reales en nuestro mercado.