En la era del consumidor hiperconectado, el comercio tradicional está aprendiendo las ventajas que ofrecen las soluciones tecnológicas para este mercado para conectar el entorno físico y digital, un mercado creciente. De hecho, los consumidores que adquieren productos en los dos escenarios, off y online, pasarán del 51% de hace sólo un año al 78% en el próximo.
Pero, ¿cómo contribuye la tecnología al éxito de las tiendas físicas? El desarrollo de nuevos sistemas de medición de la experiencia offline permite analizar fácilmente el comportamiento de los consumidores en tiendas físicas. Con esta información, las empresas de retail pueden desplegar campañas de marketing de proximidad más eficaces para aumentar las oportunidades de venta.
Estas herramientas no solo proporcionan el mismo nivel de información que hoy podemos obtener en el comercio electrónico, sino que relacionan la actividad de los consumidores en la tienda con sus hábitos de compra online para trazar con exactitud el perfil de cada cliente.
Inteligencia de negocio: ¿por qué los clientes abandonan la cola antes de comprar? ¿Un mayor número de clientes en la tienda significa más ventas? ¿Qué acciones de marketing han tenido más éxito? La inteligencia de negocio basada en la tecnología móvil proporciona una imagen más nítida del resultado de las campañas de marketing para ajustarlas y potenciar mejores acciones.
Análisis omnicanal: el seguimiento a los clientes, tanto en la tienda física como en la digital, proporciona un ingente volumen de datos. Para aprovecharlo a la hora de optimizar acciones de marketing es necesario un sistema de medición integrado que unifique los diferentes canales de interacción y venta con el cliente.
Geolocalización: permite al dueño del establecimiento conocer el comportamiento de los clientes dentro de la tienda, al ser detectados mediante el geolocalizador de sus dispositivos móviles. Esta tecnología también se utiliza para enviar notificaciones personalizadas a sus potenciales clientes, situados en las proximidades del establecimiento, como reclamo para invitarles a entrar.
Mapas de zonas y flujos: con los datos obtenidos de la geolocalización, las tiendas pueden conocer el recorrido de cada cliente para descubrir cuántas personas paran frente al escaparate, cuántas entran, la permanencia media en cada sección o la frecuencia de visita al establecimiento, entre otros parámetros, y saber así qué productos suscitan más interés, qué zona de la tienda es la más atractiva, etc.