Con un consumidor híper conectado, hemos aprendido a estar atentos a todos los canales, a tener presencia en internet, a trabajar en las redes sociales o a usar el email marketing. Pero, ¿estamos olvidando el punto de venta?. Nuestro comercio debe ser ese espacio mágico en el que los clientes entran en contacto directo con nuestra marca, con nuestros productos, con nuestro equipo y finalmente compran.