Ignorar los riesgos e incertidumbres es un comportamiento casi innato, en el que subestimamos las probabilidades que se encuentran en los eventos inusuales. Esto no pasa desapercibido en el desarrollo de estrategias, cuanto más lejos nos encontremos de la ocurrencia optamos por desatenderlas.
Las cadenas de suministro por naturaleza no son constantes, toman medidas camaleónicas de recolección o de expansión, tanto de sus operaciones como de sus participantes para acoplarse a la coyuntura.
Sin embargo, las acciones deben responder de manera responsable y sostenible a un objetivo que disminuya la exposición a un entorno de incertidumbre y riesgo. En ocasiones, su puesta en marcha requiere de decisiones tan drásticas que se debe involucrar la reestructuración de los componentes de la cadena de suministro.
Las diferencias entre riesgo e incertidumbre
El riesgo es un concepto que, por lo general, es mal entendido al considerarlo a la par de la incertidumbre, pese a que ambos se asocian con lo inesperado. No obstante, estos se diferencian en la capacidad de medirlos y mitigarlos.
La incertidumbre está presente y adherida a cada actividad aunque no se pueda determinar y cuantificar el origen, momento de ocurrencia y efectos, haciéndose imposible de administrar. En cambio, el riesgo resulta más cómodo y comprensible, ya que se conoce, se mide y distribuyen las probabilidades de ocurrencia.
Toda empresa debe identificar cómo atiende la demanda actual y qué espera el cliente para cubrir la demanda potencial.
Pese a que la demanda está expuesta a factores exógenos, la necesidad del cliente puede interpretarse en una medida de incertidumbre conforme la cadena incrementa el nivel de servicio. Esto mantiene la disponibilidad más alta de inventario para atender los cambios esporádicos en la demanda y considera la incertidumbre de la capacidad de abastecimiento de la cadena.
Pasos para desafiar las turbulencias en la administración de stocks
Para afrontar los riesgos debemos comenzar por categorizar los inventarios y definir su importancia en el ciclo de abastecimiento y demanda de la cadena de suministro. Para esto, podríamos utilizar matrices de segmentación al tomar variables medibles y relacionadas como rotación, margen, asertividad en los pronósticos y retrasos en el tiempo de reposición.
Los riesgos en la administración de inventarios están estrechamente relacionados con las estrategias enfocadas en definir qué eslabón de la cadena debe administrar los materiales, la frecuencia de reposición y la preservación de niveles apropiados de stock que atiendan la demanda. Esto evitará el facilismo de incrementar la cobertura, ya que aumenta la probabilidad de inmovilizar el capital, obsolescencia, vencimiento y deterioro.
Por otra parte, los riesgos pueden mitigarse al derivar sus causas y consecuencias, así como establecer planes alternos de ejecución frente a los incidentes que puedan presentarse, lo cual permitirá salir al frente sin tener mayor problema. Además, estos riesgos deben monitorearse mediante un cuadro de mando integral de indicadores que correlacione el impacto de estas herramientas y facilite la toma de medidas preventivas y coordinadas, ya sea con los proveedores, áreas operativas o canal de comercialización.
Concentrar el abastecimiento en un solo proveedor nos permite obtener mejoras significativas en los costos al afrontar riesgos inmersos en el cumplimiento de las entregas.
También debemos lidiar con el riesgo de centralizar o descentralizar el inventario. En los artículos con baja densidad de costo (aquellos de gran volumen y de poco valor), el transporte tiene un impacto considerable sobre el precio final, mientras que para un producto con alta densidad de costo, no tiene mayor impacto el costo de trasportación sobre el precio de la modalidad de distribución más rápida.
De esta manera, las mercancías de alta densidad de costo no tienen mayor problema de traslado al inclinarse por almacenes descentralizados, mientras que los artículos con baja densidad tienden a establecer almacenes cerca a la demanda para tener un costo de transporte menor.
A medida que el coeficiente de variación de ventas sea alto, será preferible centralizar el almacenamiento para reducir los costos que se originan de la logística inversa y que no incorporan valor.
En caso de que un artículo tenga alta rotación, se buscará un almacenamiento descentralizado, ya que el breve periodo de permanencia garantiza que la mercancía no se quedará inmovilizada. Por último, si el cliente no está dispuesto a esperar mucho tiempo por el producto, se deberá descentralizar el almacenamiento.