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¿Listos para la cuarta revolución industrial?

A lo largo de la historia de la humanidad han sucedido cuatro revoluciones industriales. La primera revolución industrial ocurre cuando las empresas introdujeron las máquinas de vapor; la segunda, con la introducción de la electrificación; la tercera con la informatización y la cuarta, conocida como la del internet de las cosas (IoT), consiste en la automatización inteligente de los procesos productivos, que va a comunicar dos mundos hasta ahora separados: el mundo físico y el mundo digital.

El mundo físico está conformado por los activos, líneas de producción, máquinas, flotas de camiones y vehículos de las instalaciones; el segundo mundo es el digital, el de la información.

El objetivo de esta cuarta revolución industrial es que, a través de la tecnología, se recopilen datos sobre el mundo físico y se concentren en una nube, para poder trabajar aplicando inteligencia robótica y utilizando el análisis para devolver la información al plano físico de los activos. Por supuesto que esto implicará cambios en la infraestructura y nuevos riesgos de ciberseguridad.

Toda esta información se concentra en las máquinas que mediante inteligente artificial aprenden sobre esos datos y pueden emitir sugerencias de alternativas de acción para ejecutarse en automático o mediante la decisión final de una persona.

El IoT no es solo una tecnología, es la suma de sensores, actuadores, plataformas de captura de datos, sistemas de almacenamiento, sistemas analíticos y cognitivos que permiten ofrecer una solución de punta a punta para resolver determinados problemas.

Todas las máquinas y otros aparatos podrán diagnosticarse ellos mismos y comunicar su estado a otras cosas o a personas a través de la red. Aquí se tendrá que desarrollar una capa de conocimiento y análisis para devolver la información en forma de instrucciones.

Esto está permitiendo una transición de información centralizada en las fábricas hacia información entre distintas fábricas, proveedores, clientes, flotas de distribución y todos los actores, para obtener información 24/7 en tiempo real de lo que está ocurriendo y poder así tomar decisiones de una manera holística, transformando el concepto de cadena de suministro a una red de suministro.

Videos de Cómo Hacerlo, sobre casi cualquier tema, pueden ser hallados en YouTube. Sitios web que ofrecen miles de proyectos paso a paso en texto y video. Foros de discusión en comunidades de interés, profundizan el conocimiento con conversaciones – a menudo mezclando principiantes y expertos – que abordan problemas específicos. Dicho discurso en línea, después se extiende a la “vida real”, a través de herramientas que hacen sencillo el reunir un grupo alrededor de un tema o sesión de “aprendizaje/hackeo”.

El panorama de la manufactura está enfrentando cambios drásticos. Crear y capturar valor en este nuevo ambiente requerirá entender los factores que impulsan el cambio en sectores manufactureros específicos, enfocarse en actividades que tengan una ventaja estructural y aprovechar las habilidades y capacidades de terceros.

Fundamentalmente, se requerirá repensar los modelos de negocios, e identificar los puntos de influencia. No hay un solo camino al éxito; en su lugar podemos encontrar un grupo de punteros e indicadores. Esta es una oportunidad para que las empresas y las personas definan su propio éxito y forjen su propio camino, a través del nuevo paisaje de la manufactura.


Fuente: Expansión

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