Las advertencias sobre el cambio climático y la preocupación por implementar tecnologías amables con el medio ambiente ha llevado a multinacionales por mejorar su packaging en beneficio de la humanidad.
De acuerdo con el último estudio de Retail del Departamento de Investigación de InformaBTL, 70% de los consumidores estarían dispuestos a pagar más si un empaque es amigable con el medio ambiente. En Estados Unidos, el dato es muy similar, según ORC International, 69% de los estadounidenses toman su decisión de compra si el material del packaging es reciclable o no daña el medio ambiente.
Las 3Rs del packaging sustentable
Reducir
El enfoque está en el reducir los empaques innecesarios, los llamados secundarios y terciarios. Entre menos elaborado sea un empaque, bajará su costo de producción y por ende el desperdicio. Si agregamos que ese empaque puede ser reciclable, aumentará su valor para el consumidor.
Carlsberg cambió su packaging de cartón a uno de plástico reciclable de baja densidad de polietileno (LDPE y LLDPE). Con esto redujo su huella ecológica y se ahorraron 47.6 toneladas de material para packaging al año. Fue merecedor de un premio en los 3R Packaging Awards 2016.
Reciclar
Es de suma importancia para cuidar el medio ambiente, que las empresas se preocupen por generar packaging que se pueda reciclar o hecho a base de materiales reciclados. Esta estrategia puede ayudar a reducir residuos, costos de producción y minimizan el impacto medioambiental.
Cajas para vino hechas de materiales reciclados de Feacem Cyl en España
Reutilizar
El packaging debe estar pensado para que pueda usarse de nuevo ya sea con el mismo propósito o para uno diferente para el que fue hecho.
Alfred Heineken lanzó en 1963 esta botella (WOBO Heineken) que podía convertirse en un ladrillo para construir casas. Pese a la genialidad de la idea, sólo se fabricaron 100 mil por los altos costos de producción. Hoy sólo existen un par de construcciones con estas botellas y son objetos valiosos de colección.