Si en lugar de ver con recelo la gran cantidad de datos e información que ha almacenado su compañía durante años, se dedica a aplicar Inteligencia de Negocios (BI, por sus siglas en inglés), podría encontrar la manera para hacer crecer la empresa.
Esta metodología reúne una serie de herramientas tecnológicas, procedimientos de clasificación y análisis de datos, que permiten a las compañías tener mayor visibilidad y oportunidad para entender su propia información en la toma de decisiones.
Antes de empezar a aplicar esta práctica, es recomendable que la compañía entienda qué quiere hacer y defina el objetivo que ha de alcanzar.
Si la intención está dirigida a aumentar las ventas de la empresa, debe enfocarse en despachar más productos y servicios o ampliar los clientes; y para alcanzar esa meta a través de Business Intelligence debe conocer dónde tiene ese tipo de información.
Una vez definido el lugar en que se encuentran los datos relacionados con las ventas, el equipo podrá seleccionar la plataforma tecnológica con la que iniciará el proceso de hacer al negocio inteligente.
La muestra de datos con que la compañía va a trabajar determina si la empresa requiere una aplicación que se instale en la laptop de un analista si la cantidad de datos es muy pequeña, o instalar una herramienta en un servidor para dar a los especialistas una plataforma propia de BI, en caso de que la base de datos sea muy grande.
Para llevar a cabo el desarrollo de BI y operar las herramientas tecnológicas, no es necesaria la contratación de personal especializado en tecnologías de información.
Por tratarse de un proyecto guiado por el negocio, para una empresa que tiene estimado trabajar con pequeñas cantidades de datos no es necesario contratar personal técnico, ya que una persona especializada en Excel o un encargado del negocio puede generar y comprender las tablas de información para crear estrategias.