
Hace años que algunas empresas han aprendido a utilizar los datos de sus clientes en el sector retail.
Hacernos una idea de lo que se puede medir gracias al comportamiento, su retailer de cabecera puede descubrir muchas cosas sobre usted. Solamente es necesario que le facilite sus datos empleando una tarjeta de fidelización, pagando con tarjeta de crédito o similar.
De hecho, cada vez hablamos con más frecuencia de la hiperpersonalización, que la lleva un paso más allá y es una de las consecuencias del análisis de datos. Pensemos en cómo Amazon responde a nuestras compras de libros… Amazon analiza lo que estamos buscando cada vez que entramos en su web y la siguiente recomendación se (hiper)personaliza para la necesidad del momento.
En el campo analítico, los competidores online llevan años de ventaja. Podemos medir absolutamente todo, cuánto tiempo pasa cada visitante, en qué página/s, desde que dispositivo y sistema operativo accede, qué días y en qué franja horaria… Sin embargo, no debemos volvernos locos. Que algo sea medible no significa que deba medirse. Podemos sacar cientos de métricas pero no todas serán útiles.
Con 3 KPIs, como número de pedidos, importe medio por pedido y tasa de conversión tendremos la información básica que necesitamos. Podremos añadir otras métricas útiles pero no medir todo porque sí. Al igual que al hacernos análisis de sangre nos centramos en indicadores de salud clave como azúcar y colesterol, pero nuestro médico no solicita marcadores tumorales si no hay una sospecha fundada de un posible cáncer.
Que los competidores online lleven ventaja, no significa que no se pueda medir también lo que se hace en el comercio físico tradicional.

Para gestionar los stocks de manera correcta es conveniente evitar que el desgaste de energía sea un problema porque, en muchos de los casos, las empresas se dan por vencidas ante la complejidad de estas tareas.
Probablemente uno de los conceptos más emergentes y de mayor influencia en los actuales departamentos de compras es el denominado Category Management. En el contexto de las compras, Category Management hace referencia a la gestión y previsión de las categorías de productos a comprar para un mejor rendimiento y ganancias. De la mano de este concepto sobresale un nuevo perfil profesional, Category Manager, cuya función principal está relacionada con tratar de aplicar la mejor definición estratégica efectiva del Category Management en los departamentos de compras.