Una cadena de suministro se encuentra compuesta por un conjunto de empresas que trabajan colaborativamente para entregar un producto o un servicio al cliente. Esta incluye una serie de flujos: de producto e información que deben ser continuas para evitar tener situaciones adversas que impacten negativamente su funcionamiento. Por lo tanto, se puede afirmar, que la colaboración entre integrantes de esta cadena para poder enfrentar los cambios en la demanda que algunas veces son difíciles de prever.
El efecto látigo es un fenómeno observado en canales de distribución. Se refiere a una tendencia de cambios más y más grandes en inventario en respuesta a cambios en la demanda del cliente, cuando uno mira a las empresas en la parte trasera de la cadena de suministro para un producto. Es decir, pequeños cambios en la previsión de la demanda aguas abajo que se van amplificando aguas arriba, en cada eslabón de la cadena de suministro de forma exponencial. El problema, claramente basado en una mala calidad de los datos que, a la postre, genera un innecesario -y evitable- aumento de costes.
La explicación a todo este entorno tan inestable y poco previsible se debe, a que “tanto la oferta y la demanda pueden variar a tal velocidad que la incapacidad de un proveedor, para dar un servicio de calidad a sus clientes, suele acabar por tener efectos negativos en toda la cadena de suministro. Estos efectos suelen ser más acusados en eslabones como el cliente, el distribuidor, la cadena de producción y el departamento de compras de la compañía”. Es la falta de compartir información relevante a la cadena. A su vez genera impactos negativos que se ven reflejados en el incremento de los inventarios en los nodos de la cadena de suministro. Básicamente el efecto látigo se da cuando existe información errada de la demanda y los integrantes de la cadena realizan sus procesos de planeación con esta. Sin embargo, la demanda puede ser diferente a los datos utilizados para el pronostico, generando que se generen excesos o faltantes en los inventarios.Las causas pueden ser divididas más allá en causas conductistas y operacionales:
Causas conductuales
- Abuso de las políticas base-stock.
- Fallas de percepción en la retroalimentación y retrasos de tiempo.
- Reacciones de órdenes de pánico después de demanda.
- Riesgo percibido de otros jugadores’ de racionalidad limitada.
Causas Operacionales
- Procesamiento de demanda dependiente.
- Errores de previsión.
- Ajustamiento de parámetros de control del inventario con cada observación de demanda.
- Variabilidad de tiempo de la ventaja (error de previsión durante replenishment tiempo de ventaja).
- Lote-tamaño/sincronización de orden
- Consolidación de demandas.
- Motivo de transacción.
- Descuento de cantidad.
- Promoción de comercio ycompras adelantadas.
- Anticipación de escaseces.
- Regla de asignación de proveedores.
- Juego de escasez
- Lean y JIT estilo de administración de inventarios y una estrategia de producción de la persecución
Consecuencias
Además de stocks de seguridad más grandes, el efecto descrito puede dirigir a cualquier producción ineficiente o inventario excesivo, cuando cada productor necesita completar demanda de sus clientes en la cadena de suministro. Esto también dirige a una utilización baja del canal de distribución.
Contramedidas
Se aconseja a las empresas “colaborar con clientes y proveedores, para conocer, al mayor detalle posible, sus sistemas y condiciones de trabajo; aplicar un software de administración de la cadena de suministro capaz de aportar visibilidad; adaptar un enfoque de gestión de la cadena de suministro basado en la demanda y, por último, posibilitar una comunicación abierta entre todos los eslabones de la cadena de suministro, habilitando un acceso rápido, de todas las partes interesadas, a la información generada en el proceso de gestión”.
También existen diferentes metodologías que permiten que la cadena de suministro pueda evitar esta problemática que incluyen el CPFR (Colaboración en la planeación y los pronósticos) , ECR (respuesta eficiente al consumido) o el VMI (inventarios gestionado por el proveedor/vendedor), entre otros.