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La gestion de los datos

No cabe duda de que una de las tendencias empresariales de las que más se habla en este momento es del famoso big data.

La esencia de un proyecto de Big Data es algo más que la tecnología; la clave está en su planteamiento estratégico y en la transformación empresarial necesaria para afrontarlo. El eje principal de un proyecto de gestión de datos debe ser su fundamento de negocio. La tecnología tiene que ayudar a identificar oportunidades y/o solucionar los problemas de una organización, agregando valor a la misma.

Antes de implementar un proyecto de estas características, la organización debe de abordar aspectos estratégicos claves, como cuáles son los objetivos (por qué y para qué), qué retos organizacionales plantea, cuál va a ser la inversión necesaria y qué rentabilidad va a aportar a la empresa.

En este sentido, lo primero que tenemos que definir es el público objetivo del proyecto. Qué grupos de interés van a verse afectados: clientes, proveedores, personas de la organización, inversores…

En segundo lugar, tendremos que determinar cuáles son los objetivos que se pretenden conseguir. El objetivo de implantar una solución de Big Data debería ser el aprovechamiento de los conocimientos que se obtienen de los datos de los clientes, productos y operaciones y aplicarlos para reestructurar el modelo de negocio y la creación de valor de una organización, optimizar la gestión empresarial y/o descubrir nuevas oportunidades de negocio.

Los beneficios que se pueden obtener con una buena estrategia e implementación de un proyecto Big Data en cuanto a la mejora de la eficiencia empresarial, a modo de ejemplo, podemos hablar de eliminación de sobreproducción y de reducción del tiempo de lanzamiento de nuevos productos o servicios. También puede ayudarnos a la reasignación de las personas necesarias para llevar a cabo los procesos y a maximizar la gestión del talento en las estrategias de reclutamiento y desarrollo. Igualmente, nos permite negociar mejores precios con los proveedores y algo fundamental: mejorar la atención al cliente, así como optimizar su coste de adquisición.

Un proyecto de Big Data también puede generar mayores ingresos para la empresa, gracias a la información que nos aporta sobre nuestros clientes. Nos permite optimizar la adquisición de clientes y su conversión, mediante el uso de la segmentación, así como aumentar su satisfacción, incrementar su fidelidad y reducir la tasa de abandono. El Big Data hace posible que podamos personalizar más la oferta de productos y servicios y optimizar precios, así como potenciar la venta cruzada.

La gestión de los datos puede, igualmente, crear nuevas oportunidades de negocio mediante la comercialización de la base de datos de clientes, siempre que se informe previamente a estos del uso que se dará a sus datos y que hayan aceptado. De esta forma, empresas y desarrolladores pueden lanzar nuevos productos y servicios mediante el acceso y la integración en sus aplicaciones de los datos que otras compañías generan.

El tercer elemento estratégico que debemos afrontar es la transformación y los nuevos roles empresariales necesarios para explotar las posibilidades que ofrecen las tecnologías Big Data.

Otro elemento importante es la identificación de las fuentes de datos. La clave es focalizar los esfuerzos en aquella información realmente relevante para los objetivos del negocio: de qué datos dispone la compañía, qué datos disponibles no se están recogiendo, cuáles pueden generarse a partir de nuestras operaciones y cuáles podríamos obtener de otras fuentes (open data, por ejemplo).

Una vez identificadas las fuentes de datos, deberemos analizar cómo procesar y utilizar esta información para generar mayor valor a la compañía.

 En suma: la tecnología debe de estar al servicio de la estrategia para aportar realmente valor a la empresa.


Fuente: El economista

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