Puede que el presupuesto tenga una categoría de “Transformación Digital” que intente sistematizar la inversión y ejecución de recursos en esta empresa.
Pero la decisión de en qué se invierte es del CIO (debería) y va a depender de que tenga una visión más o menos clara de hacia dónde quiere avanzar.
Tratar de invertir “algo” en cada una de las tecnologías emergentes “para no quedarse atrás” significa que, sin importar cuánto tenga, no le va a alcanzar.
Por eso el secreto de ROI está en hacia donde va (o debería) ir el negocio. Decidido esto, probablemente compruebe que las tecnologías que necesita son complementarias.
Por ejemplo, puede que tenga claro que necesita más y mejores herramientas de analítica para interpretar las tendencias de ventas.
Pero, ¿dónde está su negocio y qué quiere el consumidor? Trabajar de la mano con el CMO puede ayudarle a entender qué tecnologías pueden permitir a la empresa conocer mejor a sus clientes.
O mejorar la producción, Y estos dos aspectos son unos de los muchos en donde el Big Data, la analítica y la Internet de las Cosas (IoT) pueden pensarse en términos holísticos.
Me conecto, luego, existo
Las cifras son imprecisas pero, las más recientes de Business Insider señalan que:
- En el 2020 la cifra de objetos conectados a nivel global podría alcanzar los 34.000 millones
- En este periodo de TRES (03) años hasta esa fecha, las empresas invertirán US$6 billones en soluciones que incorporarán IoT.
Esas inversiones tendrán un ROI de US$ 13.000 millones para el año 2025.
Pero, ¿cuales son estas soluciones que producirán esos rendimientos?
Ahí es donde las tecnologías se solapan y encontramos que mucha de la fuente de información que debemos procesar con nuestras herramientas analíticas de Big Data provendrán de la IoT industrial.
Además, alianzas como las del IBM y Visa permitirán que nuestros clientes – consumidores y, también, alimenten nuestra analítica, con interfaces que pueden estar basadas en IoT, Realidad Virtual (VR) o Realidad Aumentada (AR).
Producción inteligente
Es por ello que tanto IDC cómo Gartner, Forrester y Deloitte, junto con el WEF nos vienen indicando las tecnologías que terminarán integrándose en esta Cuarta Revolución Industrial: la Industria – Internet 4.0.
Visto así, la transformación digital debe tener dos lineas:
- Hacia la producción inteligente
- Hacia la “experiencia inteligente” para nuestros usuarios
Así que las inversiones dependerán – directamente – de su sector de industria: la banca se decanta por las apps y las interfaces verbales, esperando que la VR y la IoT se extiendan.
Las manufacturas, en cambio, tienen a la automatización y a la IoT como fuente de transformación de procesos productivos cada vez más eficientes y con menos desperdicio (lean).
Otro tanto pasa en sectores como la logística o el retail.
La inversión varía en los énfasis pero no en el hecho fundamental: el Big Data, en general, pronto estará procesando información generada desde la IoT.