La Organización de las Naciones Unidas (ONU) fijó su postura ante cualquier tipo de veto o restricción al acceso Internet, del que dijo que es un derecho humano.
Así, cualquier prohibición representa una violación de los derechos humanos y un atentado contra la libertad de expresión y la información libre, dos derechos básicos de las personas.
A pesar de que se han hecho grandes esfuerzos por digitalizar a las poblaciones, en el día a día surgen limitantes que impiden un uso óptimo de este servicio, sobre todo en las zonas en las que hay conflictos bélicos, en donde bloquean las comunicaciones como estrategia militar, omitiendo el derecho de la gente a informarse por ese medio.
Con la postura de la ONU, los países miembros están obligados a poner el ejemplo e incluso de presionar a otras naciones para que eviten violar los derechos humanos como éste.
Además de beneficiar la integridad de las personas, también representa una apertura al e-commerce y amplía el alcance del marketing digital, ya que es directamente proporcional con el número de usuarios que reciben un mensaje.