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Daniel Servitje, Bimbo proyecto de vida


Después de la muerte de su padre, Daniel Servitje Montull escribió una carta a sus trabajadores en la que comparte un recuerdo que lo marcó como persona: “tuve la fortuna de ser educado por un papá con mucha experiencia. Tal vez por eso, me tocó menos disciplina y más conversación, lo que me permitió hacerme de ideas propias y tener una relación, que siempre sentí de uno a uno”.

El Grupo Bimbo es un proyecto de vida, como lo consideraba Lorenzo Servitje, y Daniel, su hijo menor, lo lleva en la sangre: “el legado va más allá de la rentabilidad o de la utilidad de los accionistas, más bien es una aventura con el objetivo de servir o de innovar”, dijo en una entrevista al lado de su padre un año antes de que este falleciera.

De tal palo, tal astilla

El filósofo Jean Jacques Rousseau alguna vez dijo que “un padre vale por cien maestros”, y Daniel Servitje es un ejemplo de esta frase. El empresario tuvo como mentor y asesor a su padre Lorenzo Servitje Sendra, un hombre descendiente de una familia catalana, y fundador en 1945, en México, de Panificación Bimbo, una empresa que en esos años ofrecía cuatro productos envueltos en celofán (pan blanco grande, pan blanco chico, pan negro y pan tostado) y contaba con diez camiones de reparto.

La visión de los Servitje ha llevado a la empresa a tener presencia en 22 países, su negocio está valuado en 245,000 millones de pesos y es respaldado por marcas como Barcel, El Globo, Marinela (cuya imagen está inspirada en su hermana María Elena), Ricolino, Sara Lee y Tía Rosa.

El Grupo Bimbo es un proyecto de vida, como lo consideraba Lorenzo Servitje, y Daniel, su hijo menor, lo lleva en la sangre: “el legado va más allá de la rentabilidad o de la utilidad de los accionistas, más bien es una aventura con el objetivo de servir o de innovar”, dijo en una entrevista al lado de su padre un año antes de que este falleciera.

El hambre de crecer

Grupo Bimbo se ha convertido en un monstruo de la industria a nivel mundial, y que aún tiene hambre de expandirse más.

En una entrevista que le realizaron en el Harvard Business Review Summit de 2014, Daniel Servitje declaró que: “Nos encanta crecer porque creemos que crecer es una buena manera de sobrevivir y proporciona posibilidades para las personas que trabajan con nosotros”

Con el paso de los años, Daniel Servirtje ha estado al frente de las operaciones de compra de más de cuarenta empresas, como la estadounidense Sara Lee, o Panrico, de España, y ha incrementado la capacidad de penetración de la empresa a nivel mundial.

Así es como ha apostado por la participación de Bimbo en otros mercados, como el de China, Estados Unidos y varios países de Europa, en donde la clave del éxito ha sido la adaptación cultural. Como señala Daniel Servije: “nuestra misión es alimentar, deleitar y servir al mundo”. Si bien el sector latino de la población es el principal comprador, algunos productos han sido adaptados para agradar al paladar de los consumidores a los que llega el Osito Bimbo.

El último aperitivo de este gigante de los negocios fue la panificadora india Ready Roti, de la que el grupo concretó un acuerdo para adquirir el 65% de sus acciones.

Daniel Servitje cree firmemente que la vocación de Grupo Bimbo es crecer: “Hemos pasado de ser una empresa líder en México, a convertirnos en el líder mundial de la panificación”.


Fuente: Alto Nivel

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